Desde el Norte chico a la región de los Lagos, las hojas del boldo (Peumus boldus Mol.) han sido usadas tradicionalmente por sus propiedades medicinales contra algunas enfermedades del hígado, estómago y vientre, conocidas tradicionalmente como “mal de vesícula”.
Estas propiedades fueron descubiertas muy tempranamente por los pueblos originarios, y su uso se extendió más tarde dentro y fuera de nuestro país, haciendo de esta especie chilena una de las más
reconocidas y utilizadas en medicina natural de todo el mundo.
En la actualidad, el boldo es exportado a granel y en grandes cantidades a muchos países, principalmente de Sudamérica, Europa y América del Norte. Ello ha significado una importante sobreexplotación que ha afectado gravemente este valioso recurso, que se produce única y exclusivamente en
nuestro país.
Es una especie dioica, con árboles machos que dan polen, y árboles hembras que producen un fruto blanco verdoso, sabroso y fragante con el que se prepara el “boldeao”, licor artesanal.
De hojas ovaladas verde oscuro en su parte superior y pálido en la inferior, son muy duras y aromáticas, tienen una textura áspera y una característica forma “acucharada”.
Su uso tradicional se asocia con principios activos de múltiples propiedades medicinales, el más conocido la boldina presente en la hoja y la corteza. |